lunes, julio 07, 2008

Tiempo de Guernica (reseña por Aurelio Meza)


Tiempo de Guernica



Sin afan de ser lapidarios, podemos decir que este poemario bien puede ser leído como un canto a la desesperanza: como su nombre lo indica, retrata sin rodeos la guerra y la opresión, así como los estragos que provocan en nuestra vida diaria. Sin embargo, esta denuncia no se compromete con ninguna postura política; analiza cuidadosamente, en cambio, las consecuencias que tiene para la humanidad la presencia y el fomento de los conflictos bélicos. Ha notado Héctor Carreto, quien hace el prólogo a este libro, que Tiempo de Guernica se nos presenta a la manera de un mural, en el cual podemos contemplar un escenario de guerra 0, en el que la realidad se nos pinta como un desvastado campo de batalla. Cada una de las series que conforman esta "pintura poética", por asi decirlo, recrean en su conjunto este escenario, por lo que los poemas, aunque poseen naturalmente una independencia formal y temáitica, funcionan con su más alto potencial sólo cuando son vistos como un conjunto. Esta es una caracteristica que comparte con el cuadro del cual toma su nombre este poemario, el famoso Guernica (1937), de Pablo Picasso.
Pero las similitudes entre ambas obras no terminan ahí. Las cinco series que conforman Tiempo de Guernica giran alrededor de la cuarta de ellas, "Detalles". Dada la dificultad de otorgar un significado concreto y absoluto a Guernica (el mismo Picasso daba versiones totalmente distintas de la correcta interpretacion de algún elemento, como el toro o el caballo), Cruz no trata de realizar un ejercicio ecfrástico, es decir, la representación o verbalización de una pintura (como lo hiciera Rilke en sus Nuevos poemas), sino que utiliza fragmentos o detalles del cuadro (de ahí el nombre) como punto de partida para sus propias reflexiones. Existen varios niveles de interrelacion entre el detalle que escoge el autor y el poema resultante. En algunos casos los personajes hablan, no necesariamente al lector, sino en una suerte de monólogo dramatico en miniatura, muy al estilo de los poemas de Robert Browning y, mas notoriamente, los de T. S. Eliot; tal es el caso de "Guerrero muerto" 0 de "Mujer portadora de la lampara." En otros, no queda claro si son los personajes del cuadro 0 el autor quien esta hablando, como en "Mujer arrastrandose". Y tambien se da el caso en que la imagen seleccionada sea sólo un pretexto, una plataforma de lanzamiento hacia un concepto o idea engendrada por el autor que nace directamente de la contemplación del cuadro; es lo que sucede "Dichoso, Dios", inspirado en la bombilla en el centro del cuadro, justo arriba del caballo.
Las otras tres series estan temáticamente relacionadas con "Detalles" y con el tema de la deshumanización que provoca la guerra y sus promotores (como lo dijo el mismo Picasso, en Guernica "expreso claramente mi repulsión hacia la casta militar, que ha sumido a España en un océano de dolor y muerte"). En el caso de "Tiempo de Guernica", la primera serie, a esta constante preocupación se le añade la cuestion del conformismo de las masas y la relevancia de nuestros antepasados en la, vida diaria. Destacan los poemas "9/11" e ",Iraq," que logran plasmar en un contexto específico, el conflicto entre Estados Unidos y Medio Oriente, la universalidad de los temas que el pintor español maneja en su obra maestra. En "Los dominios perdidos", acudimos a una vision apocalíptica de México, la cual niega que nuestros idolos pueden darnos algún consuelo ("tenemos divinidades rotas"); los poemas en secciones ''Exodo'' y "Icnocuicatl (cantos tristes)" lo ejemplifican claramente. "Zoológico", en cambio, consiste en curiosas alegorias de corte fabular en las que se ejemplifican diversas facetas de las relaciones de poder entre los hombres. Finalmente, en "Llover en polvo" se habla de la muerte que lo rodea todo, incluso el nacimiento y la infancia, y su inevitable advenimiento. El poema que cierra la serie y el libro es el mejor colofón a esta visión oscura (mas no pesimista) del mundo:
En la víspera
nos miramos los unos a los otros
y, en el fondo, reconocemos la derrota;
contemplamos a los vástagos,
a los recién nacidos que ya caminan,
a los más grandes en las escuelas.
Luego miramos a otro lado,
juntando ambas manos,
implorantes,
a pesar de conocer el resultado.

En su prefacio a Los condenados de la tierra de Frantz Fanon, Jean-Paul Sartre decía que, cuando un europeo dice con voz alarmante "estamos perdidos," generalmente añade "a menos que ... ". Es decir, la amenaza del fin del orden establecido viene seguida de un consejo que, de ser seguido, evitara dicho fin. La poesía de Ivan Cruz Osorio no busca dar consejo alguno, mas como se ha dicho no son poemas pesimistas, sino crudos, atentos a la realidad que los rodea, llenos de matices oscuros porque oscuros son los materiales con los que están hechos. Es a su vez una poesía que parte de preceptos iconográficos sin subordinarse nunca a ellos, una poesía que invita a la reflexión sin ser por ello filosófica. El arte poética de Ivan Cruz Osorio se delimita a sí misma y encuentra un futuro camino a seguir en Tiempo de Guernica, el primer libro que publica este poeta que, pese a su aire de desesperanza (o quizas por eso mismo), resulta sumamente prometedor.

Por Aurelio Meza (ciudad de México, 1985)

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